Es triste, de verdad que es
triste saber que suelo aparecer en tus pensamientos constante y súbitamente,
que soy tu mayor recuerdo, el más lindo, el más feliz, que a pesar de que tú
destruiste todo lo que había, ahora eres tú quien lo anhela reconstruir, tu propia
existencia, es triste de verdad, saber que te equivocaste, como humano, como
persona, como todos, es triste saber que aunque quiera no puedo volver a sentir
algo por ti, de verdad, es triste.
Es triste recordar, es triste
volver a vivir lo lindo de la vida sin ti, pero es más triste saber que tu
existencia lo es, no te quiero, ya no te amo, no siento algo por ti, pero, es
triste.
Es triste saber que lo único que
dejaste después de tantas cosas bellas, después de vislumbrar mi felicidad, y
de crear falsa triste armonía en mi ser, fue simplemente eso, más tristeza.
Te amé como nunca antes había
amado, te amé. El tiempo me hace percibir, me hace sentir y saber que eres
historia, que fuiste lo mejor, que fuiste interesante, que te amé.
De nuevo es triste, ¡si, lo es!,
odio despertar con esos espasmos de costumbre y esperar verte, odio intentar abrazar
tu cuerpo cálido mientras el frío somnoliento de media noche me atrapa entre
sus helados brazos.
Odio intentar tocarte en mi
soledad al recordar la pasión desenfrenada de mi inocente corazón enamorado, ¿ya
entiendes porque es triste?, de verdad lo es.
Es triste saber que entregué todo
lo que sabía entregar, todo lo que pude haberte entregado fue tuyo, sin
excusas, sin pretextos.
Es triste darme cuenta que ya no
eres mi felicidad, saber que no acertaste, que simplemente te volviste a
equivocar, es triste, entiendo que no entiendas lo que ya no siento por ti,
entiendo que no sepas que hacer ahora que sabes que lo que tienes no es mejor
que lo que tenías, entiendo que sigas queriendo amarme mientras yo ya no,
entiendo todo, al final de cuentas todo tiene un porqué, todo ya es claro para
mí; me cambiaste, te sufrí, te equivocaste, te desilusionó, la conocí, me
enamoré, me extrañaste, me enamoró, te tuve lástima, y al final, ella me enseñó
lo que tú no, me enseñó a amar.