La mejor forma de conocer a una persona es leyéndola.

Pensamientos de un corazón desesperado

Por favor ya no seas como te soñé.
Por favor cambia, no seas la perfecta figura que siempre esperé. 
Por favor no hagas que me enamore de ti, por favor retrocede.

Hazme daño para que logre odiarte y no amarte, por favor no me mires, ignórame, ¡no existo!
Por favor no seas hermosa, por favor no seas gentil, “maltrátame como sueles maltratar” has a un lado tu belleza y no me muestres tu inteligencia, que simplemente es lo único que busqué.
Por favor no seas mi amiga…

Tengo ganas de besarte, tengo ganas de acariciarte e informarte que eres lo que anhelaba, se me antoja tocar tu rostro, tocar tus manos, mirar tus ojos, quisiera tanto sentir tu esencia, deseo mucho volver a soñar contigo para nunca despertar, tienes lo que he buscado, algo complejo, algo muy vago, belleza e inteligencia difícil de encontrar, ¿pido mucho?, pero todo eso lo tienes.

Te había soñado antes de conocerte, soñé que eras como eres, observé tu perfecta figura y suspiré, creo que ya es muy tarde de ti me enamoré, ya llegaste no te vayas, dame tu amor no pido más, no dejes de mirarme, el solo verte me “eleva”, tu belleza sin igual, gentileza singular, no tengo otra opción me conformaré con ser tu amigo, o tal vez no.
… ¿Ocupada?

...Ya soy tuyo, no te vayas.

Es en el pecho

Por alguna extraña razón no puedo mirar a la gente a los ojos, hay varias posibles razones. Quizá ésta sensación o sentimiento de "?" sea por mirar idiotez convertida en llanto, quizá noté la injusticia en el aire o solamente la empatía localizada me está traicionando.

“Es en el pecho”

De la barbilla hacia abajo a unos 20 centímetros siento una incomodidad extraña que comienza por mi pecho. Mis ojos se entre cierran y tengo unas ganas infalibles de gritar “quizá porque me gusta”, quizá porque no me tomó en cuenta dentro del “drama”, quizá porque estoy loco.

La desgracia de unos para mi es inspiración pero ahora no sé lo que es, no sé si fue desgracia o una simple tontería.

No sé si sea odio, frustración o ganas de simplemente salir corriendo. No sé por qué.

No entiendo lo que siento, hace tiempo que no sentía algo así, es más, creo nunca había sentido algo parecido.

Respiro y el dolor de mi pecho me parece inmemorable, la capacidad de razonamiento se ha ido, la necesidad de razonar desaparece.
Las ganas de aprender, me han olvidado, si, solamente o mejor dicho simplemente “estoy enojado”, quizá no con ellos, quizá no contigo, posiblemente o verdaderamente solo conmigo. Pero no sé por qué.

El aumento de mi seriedad va decreciendo mis ganas de sobresalir, las ganas de pensar que soy infalible se han desaparecido.
Por desgracia la necesidad de seguir mirando esos hermosos ojos me lleva a una maldita contradicción, soy o eres el o la culpable. O quizá si son ellos.

No estoy enojado quizá solamente estoy obsesionado, quiero pero no puedo dejar de mirar esos hermosos ojos. 


¿Destino?

La vida te pone todas las facilidades del mundo frente a tus ojos, quizá lo que tanto buscas, lo que tanto anhelas siempre ha estado ahí, quizá la única gran manifestación que necesitas para poder motivarte y atreverte a hacer eso que tanto quieres pero que el “destino” no te permite, sea solamente el mismo hecho de querer lograr lo que te propones, digamos, siempre estamos en desacuerdo con lo que somos y con lo que tenemos, siempre estamos a la expectativa de generar más, pero nunca tomamos en cuenta lo que ya logramos, lo que ya somos, lo que nos sirve y lo que nos beneficia de lo que ya obtuvimos.
Muchas personas en este mundo lleno de falsedad e hipocresía se creen las más aptas para ser buenas, muchas personas se dan golpes de pecho queriendo aparentar o enmascarar la realidad de su básica e inmutable triste existencia, demasiadas personas son maestros del carisma así como reyes de la mitomanía, tratan de aparentar lo que tanto odian de otras personas, contradictoriamente son buenas por fuera, son gentiles por encima, y son “pasivas por naturaleza”, pero su realidad interna es completamente diferente, están llenos de soberbia, odio y sobre todo miedo, miedo a ser superados por la “realidad de sus realidades”.
La vida suele ser completamente injusta con quienes menos se lo merecen, las personas que no demuestran lo tanto que quieren a otras personas por miedo a parecer presuntuosas o simplemente a sobresalir del resto, y que contrarrestan a aquellas personas “pasivas por naturaleza” “falsas por intelecto”, irrefutablemente son agredidas por su bondad espiritual, su buena fe ante los demás, sus buenas intenciones y su escasa maldad.
El destino siempre juega con lo que somos, es egocéntrico y le encanta divertirse a nuestras costillas, pero es bondadoso y justo.

Algunos lo llaman karma, otros simplemente Dios, pero quizá solo sea el destino que cada quien con el acto más insignificante puede transgredir, el destino qué con el simple aleteo de una mariposa puede perturbarse y con el mero descuido de olvidarnos del tiempo puede retrasarse.
El destino quizá no exista, pero visto de una forma romántica la vida no puede ser tan injusta. Mi parecer sobre la vida es que es un espacio de tiempo en el cual nuestra única misión es ser felices, y el destino juega un gran papel en la felicidad que cada quien, siento que la vida no puede ser tan injusta como para simplemente hacer sufrir a los que son buenos y no lo demuestran por humildad, y hacer disfrutar de los placeres del reconocimiento de la “inquebrantable sociedad” a quienes se hacen pasar por buenos.
El destino puede tardarse un poco en dejar de jugar con nosotros, pero siempre nos beneficia terminantemente, siempre es bueno, siempre se puede corregir, el destino siempre pone las cosas donde deben estar, al que es malo lo seca emocionalmente y termina perturbado por tanta hipocresía, y al que es bueno “lo ayuda con ayuda de sí mismo” a lograr lo que se propone.

Nada está perdido cuando creemos que estamos en el hoyo, nada es completamente imposible, nada es irreversible, todo tiene solución, todo puede arreglarse, todo lo podemos hacer, absolutamente todo, es cuestión de tener fe en uno mismo y confiar en que el destino nunca se equivoca y pone las cosas en su lugar cuando se cansa de jugar con nosotros.


Pasión exagerada



Todo pasa en los momentos exactos y todo transcurre como debe de transcurrir, me alarma creer que no creo lo que todos creen pero sigo creyendo que sus creencias estúpidas ponen en duda si lo que creo es correcto, se me hace fútil e inconcebible pensar que el amor es bípedo al momento de ofuscar mi aletargada alma con mi propia agonía visceral, pero, por el extremo contrario caigo en pésimas contradicciones al resultar obnubilado con los soles de mi pasión exagerada y repentina, caigo en contradicciones específicas, no simples porquerías, no simples banalidades asquerosas, todo conlleva el talud de sensaciones que alberga mi repentina saciedad, todo es parte de mi sensopercepción atrevida y mis escasas ganas de padecer al observar.