La mejor forma de conocer a una persona es leyéndola.

Es en el pecho

Por alguna extraña razón no puedo mirar a la gente a los ojos, hay varias posibles razones. Quizá ésta sensación o sentimiento de "?" sea por mirar idiotez convertida en llanto, quizá noté la injusticia en el aire o solamente la empatía localizada me está traicionando.

“Es en el pecho”

De la barbilla hacia abajo a unos 20 centímetros siento una incomodidad extraña que comienza por mi pecho. Mis ojos se entre cierran y tengo unas ganas infalibles de gritar “quizá porque me gusta”, quizá porque no me tomó en cuenta dentro del “drama”, quizá porque estoy loco.

La desgracia de unos para mi es inspiración pero ahora no sé lo que es, no sé si fue desgracia o una simple tontería.

No sé si sea odio, frustración o ganas de simplemente salir corriendo. No sé por qué.

No entiendo lo que siento, hace tiempo que no sentía algo así, es más, creo nunca había sentido algo parecido.

Respiro y el dolor de mi pecho me parece inmemorable, la capacidad de razonamiento se ha ido, la necesidad de razonar desaparece.
Las ganas de aprender, me han olvidado, si, solamente o mejor dicho simplemente “estoy enojado”, quizá no con ellos, quizá no contigo, posiblemente o verdaderamente solo conmigo. Pero no sé por qué.

El aumento de mi seriedad va decreciendo mis ganas de sobresalir, las ganas de pensar que soy infalible se han desaparecido.
Por desgracia la necesidad de seguir mirando esos hermosos ojos me lleva a una maldita contradicción, soy o eres el o la culpable. O quizá si son ellos.

No estoy enojado quizá solamente estoy obsesionado, quiero pero no puedo dejar de mirar esos hermosos ojos. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario